La Damiana es una planta con tallos ramificados y flores pequeñas que nacen en las axilas de los tallos. Sus frutos tienen forma de pequeñas capsulas ligeramente curvados y con piel arrugada, y se sabe que los indios mayas la usaban en la antigüedad para tratar problemas pulmonares, mareos y vértigos.
Las propiedades de la Damiana se deben a su composición química que contiene timol, resinas y otras sustancias que actúan en nuestro organismo de diferentas maneras.
La Damiana se ha utilizado durante siglos para combatir el nerviosismo, la debilidad y el agotamiento. Para aumentar la cantidad de espermatozoides en el hombre y para fortalecer los óvulos, balancear las hormonas y estimular el flujo menstrual en mujeres.
Es una de las plantas más populares y de las más seguras para restaurar la capacidad sexual. Es especialmente indicada para revitalizar el organismo y se recomienda para lograr un efecto laxante suave para su uso en niños.
Afrodisíaco
Es uno de los usos que tradicionalmente se le da a la Damiana, especialmente en mujeres donde se observa un incremento del deseo sexual.
Laxante
Tiene el poder de aflojar los intestinos, lubricando las paredes intestinales. Ejerce un poder suavizante sobre el contenido del intestino atrayendo moléculas de agua y facilitando de esa manera su evacuación. Por esto es útil en casos de estreñimiento.
Estimulante
Aumenta temporalmente la actividad del organismo y los procesos fisiológicos.
Tónico
Produce un efecto tonificante en el cuerpo, en especial con todo lo relacionado al metabolismo y la actividad de los órganos internos.
Precauciones
La damiana tiene niveles de toxicidad muy bajos pero se ha descubierto que podía traer irritaciones en el sistema urinario, por lo que se aconseja no tomarla si existe algún problema o enfermedad en el tracto urinario.
Se recomienda que mujeres embarazadas restrinjan el uso de Damiana mientras dure el embarazo.
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